UN DÍA DE AVENTURAS POR EL BOSQUE
Al llegar, el paisaje nos recibió con una explosión de colores, verdes, marrones y ese azul del cielo que solo se puede apreciar desde lejos de la ciudad.
Clhoe, sin pensarlo dos veces, salió disparada hacia el sendero, como si ya conociera cada rincón.
Milka, un poco más cautelosa, exploraba cada arbusto y árbol que encontraba a su paso, dejando su marca (literalmente) por todo el camino.
Era divertido ver cómo se “discutían” sobre quién había encontrado el mejor territorio. ¡Parece que el monte estaba dividido entre ellas!





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